Te extraño, Ya no me abrís las puertas, ya no puedo sentirte en mi mano, un día te busqué y ya no estabas y te necesitaba, no sabes cuánto. Te fui a buscar a todos los lugares que compartimos y ni rastro, recordé mis actos, hice retrospectivas para saber el motivo, el lugar, la causa. El efecto… lo conocía. Recurrí a otras que no son como vos, prestadas es diferente, faltan mis huellas en tu superficie, mi calor por todo tu ser. A pesar de ello mis necesidades inmediatas siempre quedan satisfechas, no obstante sigo imaginando nuestro reencuentro. Aún no pude reemplazarte, me resisto. Con el paso del tiempo me voy olvidando lentamente de vos. Cuando sueño te imagino provocativa a la puerta de otro hogar, deseando una venganza por vaya a saber qué ofensa. Por favor, sacame de ésta duda, de ésta incertidumbre, volvé, permitime aprender de mis errores. Haceme saber por qué no estás, te veo brillar en otros hogares y se me hace muy difícil de soportar, se que en algún momento encontraré tu círculos en algún rincón, mis ojos recorrerán felices tus parábolas para llegar al frío de tu metal y estallaré de alegría sabiendo que era sólo un escarmiento, que mis llaves ya están de nuevo en mi bolsillo.