Tras días de toma de la planta de Artes Gráficas Rioplantenses (AGR-Clarín), los trabajadores gráficos despedidos brindaron una conferencia de prensa en la planta de Pompeya en la que llamaron a la población a dejar de comprar las publicaciones que el multimedios imprimía en la calle Corrales y que ahora terceriza en otras imprentas de la Ciudad y del Gran Buenos Aires en manera precaria.
“Es un fraude, no hay ninguna crisis de la empresa”, aseguran los 380 trabajadores despedidos. La propuesta incluye a revistas y fascículos y también a diarios del interior del país del Grupo Clarín. Además, instaron a otros trabajadores gráficos a no imprimir productos de la empresa. Además, los trabajadores denunciaron la infiltración de policías de la metropolitana en las asambleas y el asedio de servicios de inteligencia. “Hemos presentado una denuncia ante el juez Ariel Lijo por espionaje policial. Hemos echado policías infiltrados que vigilaban asambleas”, expresó el delegado Pablo Viñas. “Señor Triaca: deje de filmarnos y dé soluciones. Hay dos combis que filman todo el tiempo. Le preguntamos a la Corte Suprema si nos mandó a espiar”, agregó. “Esta lucha se está convirtiendo en una lucha testigo porque van contra todo, contra los puestos de trabajo y contra los convenios colectivos”, continuó Viñas, quien solicitó al ministro de Trabajo que dicte la conciliación obligatoria, tras informar que el sindicato gráfico presentó un pronto despacho para su tramitación, luego de que el jueves pasado fuera negada.