Progresivamente cercano al peronismo, comenzó a desarrollar la mayor parte de su labor comunitaria en la llamada Villa del Puerto, luego Villa 31, donde fundó la parroquia Cristo Obrero.
Integrante del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, se opuso firmemente a las acciones violentas una vez que el pueblo hubo recuperado los derechos ciudadanos, pero tanto por su opción por los pobres y su activa militancia social como por la independencia política que evidenciaba, había recibido varias amenazas de muerte y sido víctima de algunos atentados, hasta que el 11 de mayo de 1974, al salir de la iglesia de San Francisco Solano del barrio porteño de Villa Luro, dónde acababa de celebrar misa fue asesinado por un comando de la organización parapolicial Triple A.
"Y claro que para la oligarquía el peronismo era un desastre, la hora de los negros. Pero para los queridos cabecitas el peronismo fue, es y será, si continúa fiel a sus esencias y desarrolla su entraña revolucionaria, el movimiento de redención social más formidable que ha conocido nuestra Patria."
Padre Carlos Mujica, cura del Pueblo.