Nuevamente, el control de rutina realizado por la Dirección de Bromatología en dos comercios permitió sacar de circulación productos que eran peligrosos para la salud.
Los inspectores de la Dirección de Bromatología procedieron al decomiso de una gran cantidad de productos del rubro carnicería en dos comercios céntricos. A uno de los locales se le retiró la totalidad de la mercadería, ya se encontraba en mal estado, en contacto con residuos y con cortes en la cadena de frío. Al segundo, en menor cantidad, se le decomisó carne molida y desechos de cortes que estaban refrigerados con los productos para la venta.
El primero de los operativos se realizó ayer en un supermercado ubicado en la galería comercial que enlaza Avenida del Sol y Los Almendros, entre Pedernera y Güemes. Gran parte de los productos de carnicería estaban en mal estado presentando mal olor y cambios en su color. Los inspectores informaron que los productos no eran aptos para consumo humano. También manifestaron que el local presentaba falta de higiene y que los alimentos estaban dispuestos de una manera que generaba la contaminación cruzada de los mismos. La maquinaria (sierra y moledora de carne), mostradores y pisos presentaban suciedad y restos de alimentos en descomposición, también se encontró un tacho de basura con restos de carne dentro de la cámara frío.
Se decomisaron más de diez kg de carne previamente molida (algo que prohíbe el código alimentario), 4 medias reses de unos 90 kg cada una, embutidos, diversos cortes de carne, pollo, productos procesados (albóndigas y milanesas), chorizos y morcillas. Se procedió a la demonización de todos los productos en mal estado y a su posterior destrucción.
Hoy se realizó un segundo operativo de control, que también derivó en decomiso: tras una requisa de rutina en la carnicería del supermercado ubicado en la galería comercial de Avenida del Sol y Pellegrini, se decomisaron 7 kg de carne molida (que debe ser picada a la vista del cliente), y "carnaza" y desechos de cortes, que estaban refrigerados junto a la mercadería para la venta. Aquí la higiene del lugar era buena, pero de todas maneras se labró un acta para dar efectivo cumplimiento a las exigencias sanitarias y bromatológicas.
Si bien el Municipio realiza controles minuciosos, desde el área de Bromatología recomendaron a los consumidores que presten atención al color y olor de los productos que adquieren en carnicerías, en el caso de productos freezados observar si aparecen manchas de sangre, tanto en la carne como en el hielo que se produce entre el plástico encubridor y el producto. Estos son indicadores de que los productos no se encuentran aptos para consumo humano por darse un corte en la cadena de frío. Es necesario erradicar este tipo de actitudes que significan un altísimo riesgo para la salud tanto para los merlinos como para los turistas que nos visitan.
Fuente Municipalidad de la Villa de Merlo